A veces pienso: el pelo es el único elemento del cuerpo que puede cambiar de color. Puedes pintarte las uñas, los ojos o los labios. Puedes broncearte pero tu piel siempre volverá a ser del mismo color con el que naciste. Tu pelo no. Te crece de nuevo pero si te tiñes rubio no volverá a su color inicial. Puedes ser rubio, moreno, pelirrojo o peliazul. Cada pelo cambia su estructura desde dentro hacia fuera transformándose en algo distinto. No es superficial, es integral. La piel es como el hierro y el pelo como la tela. Puedes teñir una tela pero no una llave inglesa. También puedes pintar una tela y el pelo superficialmente, pero quizás tampoco te hace falta. Le pasa lo mismo al papel. Pelo de papel, piel de hierro. Pelo de tela, piel de piedra. Pelo de madera, piel de plástico. Ya está.